Esa raíz Yuj, la encontramos en la palabras del castellano: yunta, ayuntamiento, cónyuge, con esa misma noción de estar “unidos.” (Vemos aquí, de forma innegable, la existencia de esa lengua común indoeuropea).
Yoga es la búsqueda de la Unión con la Suprema consciencia, con lo Infinito e Ilimitado; podemos llamar a esa Infinitud, Inteligencia Cósmica, Orden del Universo, Dios, Tao, Yo Superior, Gran Espíritu, como cada uno se sienta más cómodo.
Siempre he pensado QUE Lo QUE ES, en su infinita benevolencia. se deja llamar Jehová, Alä, Dios, Madre Divina, o simplemente Naturaleza o Creación..
Lo que pone de manifiesto que la práctica del yoga no entra en conflicto con la pertenencia a ninguna religión o creencia. Hay practicantes de yoga de todas las religiones, etnias y países del mundo.
Esta Unión es también una armonización de todos los aspectos del ser humano, lo físico, mental, emocional y espiritual. Cuantas veces hemos sentido que mientras nuestro cuerpo está en un lugar, haciendo algo en concreto, nuestra mente viaja y divaga lejos del “aquí y ahora” y nuestros deseos y
emociones se entretienen aún más lejos de nuestra realidad, soñando y anhelando algo ilusorio.
En esos casos, perdemos por completo la conexión con nuestro aspecto espiritual o divino,porque con esa fragmentación de nuestra consciencia es realmente difícil sentir o percibir un aspecto trascendente de nuestro Ser.
Según las escrituras sobre la materia, la práctica del Yoga conduce a la unión de la conciencia individual con la de la Conciencia Universal, lo que implica también una armonía perfecta entre la mente, emoción, el cuerpo y espíritu.
Por tanto el Yoga es un conjunto de técnicas milenarias que nos ayudan en ese camino de armonizacón, es mucho más que la simple realización de determinadas posturas o ejercicio físicos, de hecho las posturas físicas están diseñadas para actuar sobre nuestro sistema nervioso y relajarlo de forma que podamos luego, llegar a estados más elevados o profundos de conexión en nuestra práctica de meditación.
